miércoles, 24 de marzo de 2010
NOVAS...
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sábado, 20 de marzo de 2010
Conservas Boya vs Nattex Xabañús
Conservas Boya vs Nattex Xabañús
martes, 16 de marzo de 2010
se todos os findes foran así...
se todos os findes foran así...
viernes, 5 de marzo de 2010
ACTITUD
Ya han pasado algunos días desde que el Alcorcón, club de fútbol de segunda división B, eliminó de la Copa del Rey al Real Madrid. El suceso sorprendió a propios y extraños, tanto por el hecho en sí como por la forma en que se produjo. Una vez más se repetía lo de «David contra Goliat» ¿Cómo es posible que un equipo con el presupuesto, la plantilla, los medios técnicos y materiales que tiene todo un Real Madrid caiga contra un equipo enésimamente más modesto? ¿Qué es lo que hace que en el deporte estas grandes diferencias entre clubes y entidades se minimicen en el terreno de juego hasta igualarse?
Siempre he creído que en el deporte hay tres elementos fundamentales: aptitudes, actitudes y oportunidades.
Las aptitudes comprenden todas las competencias y habilidades que tienen los deportistas y que son mejorables por el entrenamiento. En el caso de los deportes de equipo, nos referimos a todas las capacidades y cualidades que tiene cada jugador como individuo y también a las que consigue el grupo, fruto de las sinergias del trabajo en equipo. Incluye todo el saber y el saber hacer individual y colectivo.
La actitud tiene que ver más con la voluntad, el querer hacer, pero que incluye la concentración, la atención, la ambición y la motivación para conseguir los objetivos perseguidos. Es verse por adelantado haciendo las cosas con todas las fuerzas y sin ahorrar ningún esfuerzo. Depende de cada uno y, por tanto, se puede elegir.
La oportunidad surge en el transcurso de la competición. Puede tener un componente aleatorio pero también puede crearse. Uno puede estar esperando a que algo pase o por el contrario provocar que pase. La mayoría de las veces, unas buenas habilidades y la mejor de las predisposiciones para utilizarlas nos permiten estar preparados cuando surgen las oportunidades y, entonces, poder aprovecharlas.
De los tres factores mencionados, el más decisivo, desde mi punto de vista, es la actitud. Elegir y tener una buena actitud.
Todos tenemos una buena actitud cuando las cosas van bien, cuando ganamos partidos, cuando somos los protagonistas y todo nos sonríe. Pero ¿Cuál es nuestra actitud cuando nuestro equipo va perdiendo, cuando los árbitros nos defraudan, los compañeros no lo hacen bien y fallan, o cuando el entrenador nos increpa por algo que no es justo o jugamos contra un rival al que consideramos inferior?
Un equipo necesita el 100% de cada uno de sus integrantes. No se puede jugar al 40 %, al 50% o al 60%. Nunca se debe permitir que un jugador deje el 40 % de su talento, de sus ganas o de sus fuerzas en el vestuario o regule su actitud en función del adversario. De nada sirve ser el mejor o tener buenas competencias en cualquier tarea si no tienes toda la voluntad y la motivación por utilizarlas. Para poder primero hay que querer.
En el caso al que nos referimos hubo un equipo, el Alcorcón, que eligió una actitud de compromiso, de entrega, de sacrificio, logrando sumar de forma exponencial las aptitudes de cada uno de sus integrantes para multiplicar sus habilidades individuales y colectivas. Todo lo contrario en el Real Madrid, que confiado en su poderío, eligió una actitud cumplidora, de trámite, que dejó mucho de su potencia, de su talento en el vestuario. Las diferencias que existían entre los dos equipos se igualaron y en esta situación ganó quién más ganas puso.
Siempre se lo digo a mis alumnos y a mis jugadores: cuando el talento se iguala y cuando los recursos técnicos, tácticos, estratégicos son parecidos, consigue sus objetivos quien más ahínco pone en conseguirlos.
«Aquellos que quieren conseguir poco, deben de sacrificar poco.
Aquellos que quieren conseguir mucho deben sacrificar mucho.
Los que quieren conseguir el máximo deben sacrificar todo.
Algunos triunfarán porque están destinados a hacerlo.
La mayoría por estar decidida a hacerlo».
pd.: sacado de un blog "AMIGO"
ACTITUD
Ya han pasado algunos días desde que el Alcorcón, club de fútbol de segunda división B, eliminó de la Copa del Rey al Real Madrid. El suceso sorprendió a propios y extraños, tanto por el hecho en sí como por la forma en que se produjo. Una vez más se repetía lo de «David contra Goliat» ¿Cómo es posible que un equipo con el presupuesto, la plantilla, los medios técnicos y materiales que tiene todo un Real Madrid caiga contra un equipo enésimamente más modesto? ¿Qué es lo que hace que en el deporte estas grandes diferencias entre clubes y entidades se minimicen en el terreno de juego hasta igualarse?
Siempre he creído que en el deporte hay tres elementos fundamentales: aptitudes, actitudes y oportunidades.
Las aptitudes comprenden todas las competencias y habilidades que tienen los deportistas y que son mejorables por el entrenamiento. En el caso de los deportes de equipo, nos referimos a todas las capacidades y cualidades que tiene cada jugador como individuo y también a las que consigue el grupo, fruto de las sinergias del trabajo en equipo. Incluye todo el saber y el saber hacer individual y colectivo.
La actitud tiene que ver más con la voluntad, el querer hacer, pero que incluye la concentración, la atención, la ambición y la motivación para conseguir los objetivos perseguidos. Es verse por adelantado haciendo las cosas con todas las fuerzas y sin ahorrar ningún esfuerzo. Depende de cada uno y, por tanto, se puede elegir.
La oportunidad surge en el transcurso de la competición. Puede tener un componente aleatorio pero también puede crearse. Uno puede estar esperando a que algo pase o por el contrario provocar que pase. La mayoría de las veces, unas buenas habilidades y la mejor de las predisposiciones para utilizarlas nos permiten estar preparados cuando surgen las oportunidades y, entonces, poder aprovecharlas.
De los tres factores mencionados, el más decisivo, desde mi punto de vista, es la actitud. Elegir y tener una buena actitud.
Todos tenemos una buena actitud cuando las cosas van bien, cuando ganamos partidos, cuando somos los protagonistas y todo nos sonríe. Pero ¿Cuál es nuestra actitud cuando nuestro equipo va perdiendo, cuando los árbitros nos defraudan, los compañeros no lo hacen bien y fallan, o cuando el entrenador nos increpa por algo que no es justo o jugamos contra un rival al que consideramos inferior?
Un equipo necesita el 100% de cada uno de sus integrantes. No se puede jugar al 40 %, al 50% o al 60%. Nunca se debe permitir que un jugador deje el 40 % de su talento, de sus ganas o de sus fuerzas en el vestuario o regule su actitud en función del adversario. De nada sirve ser el mejor o tener buenas competencias en cualquier tarea si no tienes toda la voluntad y la motivación por utilizarlas. Para poder primero hay que querer.
En el caso al que nos referimos hubo un equipo, el Alcorcón, que eligió una actitud de compromiso, de entrega, de sacrificio, logrando sumar de forma exponencial las aptitudes de cada uno de sus integrantes para multiplicar sus habilidades individuales y colectivas. Todo lo contrario en el Real Madrid, que confiado en su poderío, eligió una actitud cumplidora, de trámite, que dejó mucho de su potencia, de su talento en el vestuario. Las diferencias que existían entre los dos equipos se igualaron y en esta situación ganó quién más ganas puso.
Siempre se lo digo a mis alumnos y a mis jugadores: cuando el talento se iguala y cuando los recursos técnicos, tácticos, estratégicos son parecidos, consigue sus objetivos quien más ahínco pone en conseguirlos.
«Aquellos que quieren conseguir poco, deben de sacrificar poco.
Aquellos que quieren conseguir mucho deben sacrificar mucho.
Los que quieren conseguir el máximo deben sacrificar todo.
Algunos triunfarán porque están destinados a hacerlo.
La mayoría por estar decidida a hacerlo».
pd.: sacado de un blog "AMIGO"